Día a día, los autos eléctricos están aumentando su demanda a nivel mundial, esto debido a que se han hecho avances importantes en el rango de autonomía a la vez que han ido disminuyendo de precio.
Esta tendencia hará que en un futuro la venta de vehículos cero emisiones sea superior frente a los autos de combustión interna. Mientras eso sucede, se espera que para 2025, el 12 por ciento de los automóviles nuevos que se vendan en todo el mundo en 2025 será eléctrico.
Con el paso de los años esta cifra seguirá en aumento, por lo que se estima que, en 2040, la mitad de las ventas de automóviles provendrán de modelos totalmente eléctricos, según un análisis de la consultora Bain&Company.
Ante esta predisposición que habrá en el mercado automotor, en la que los vehículos eléctricos y autónomos están preparados para convertirse en una opción cada vez más común, los fabricantes de vehículos tienen un claro desafío.
En este sentido, Bain&Company espera que el mercado de autos eléctricos comience a aumentar rápidamente alrededor de 2024, en tanto que los automóviles autónomos llegarán a su punto de inflexión en 2028.
De acuerdo con un sondeo entre consumidores de Estados Unidos, Alemania y China, señala que el 50 por ciento de los conductores piensa comprar un modelo eléctrico o híbrido enchufable como su próximo automóvil.
Pero aún pasarán varios años hasta que los fabricantes de automóviles puedan lograr márgenes con vehículos eléctricos comparables al margen del 5 por ciento de los vehículos convencionales.
Por ello, ponen atención en la batería, que representa el 30 por ciento del costo de fabricación, aunque se espera que su precio baje de los 124 dólares hasta los 100 dólares por kilowatt hora (kWh) para 2025.
Respecto a los vehículos autónomos, el documento recoge que en los próximos ocho años surgirán dos usos principales para este tipo de automóviles: la conducción autónoma en carretera para modelos privados y las flotas de taxi para áreas urbanas.
De esta manera, los servicios de transporte con vehículos autónomos podrían ser una solución rentable para la movilidad urbana hacia 2030. Aun así, para que el mercado alcance su punto de inflexión, los vehículos deberán exhibir un nivel de automatización 4 o conducción autónoma sin interacción humana bajo ciertas condiciones.