Conforme pasa el tiempo, los autos eléctricos están dejando atrás los puntos negativos que les había impedido su popularidad.
Esta evolución ha permitido que la autonomía sea mucho mayor y que el costo de adquisición sea menor si se compara con 2010, año en el que salió a la venta el primer modelo eléctrico de producción masiva: el Nissan Leaf.
Sin duda, el obstáculo principal de los autos eléctricos ha sido el precio, mismo que ha ido disminuyendo de manera notable.
Mientras que, en 2010, un paquete de baterías de iones de litio en un automóvil eléctrico costaba alrededor de 1,110 dólares por kilowatt-hora, para 2020, este costo es de 137 dólares por kilowatt-hora.
Esto significa que, en un lapso de diez años, el precio de las baterías de los autos eléctricos se abaratado de una forma exponencial, específicamente, un 89 por ciento.
Debido a que esta tendencia será más marcada, se espera que para 2023 el costo baje lo suficiente como para que las empresas de automóviles puedan fabricar y vender vehículos eléctricos (EV) para el mercado masivo al mismo costo que los automóviles a gasolina.
Incluso en la actualidad, algunas baterías, fabricadas para autobuses eléctricos en China, ya han bajado de precio a alrededor de 100 dólares por kilowatt-hora. Ese es el costo que los analistas esperan que el mercado alcance ampliamente para 2023 o 2024.
Después de la compra, los vehículos eléctricos ya son más baratos de operar que los automóviles tradicionales, tanto porque requieren menos mantenimiento como porque la electricidad es más barata que el combustible.
Hoy en día, algunos vehículos eléctricos de lujo ya están en paridad de precios con sus contrapartes de gasolina, sin embargo, las baterías más baratas lo harán realidad de manera más amplia sin ningún subsidio.
Al igual que sucede con los autos a gasolina, el costo es un factor crítico para lograr que más consumidores elijan vehículos eléctricos, aunque también son necesarios otros cambios.
Un problema es simplemente tener una gama más amplia de vehículos para que los clientes elijan, entre minivans, pickups, subcompactos, entre otros.
Desde la perspectiva del cambio climático, es necesario alcanzar rápidamente el punto de inflexión en el precio de los autos eléctricos, porque los coches permanecen en la carretera durante años.
Incluso si el 100 por ciento de los vehículos vendidos fueran eléctricos, llevaría más de una década reemplazar todos los automóviles en la carretera.