En Florida, EE. UU., un conductor aprendió de mala manera lo peligroso e insensato que es transportar combustible en un vehículo convencional, más cuando llevas 20 galones de gasolina en la cajuela y eres tan temerario como para prender un cigarrillo.
Recientemente se generó paranoia en toda la costa este de ese país ante el anuncio de una posible escasez de combustible, causada por el ciberataque que sufrió el Oleoducto Colonial, uno de los más importantes de EE. UU. ¿Qué hicieron los estadounidenses ante el riesgo de desabastecimiento? Salieron a comprar todo el combustible que pudieron.
Durante la semana pasada se vieron varias imágenes entre chistosas y tristes, con gente llevándose combustible en baldes y hasta en bolsas, al punto que el mismo gobierno tuvo que salir a pedir que no lo hicieran de esta manera. En este caso, el conductor del Hummer cargó varios bidones, pero parece que al salir de la estación de servicio tuvo el antojo de prenderse un cigarrillo y los vapores internos provocaron un incendio que consumió al vehículo.
Los bomberos apagaron el fuego y encontraron varios bidones, algunos aún con combustible en su interior.
Por suerte, los bomberos del Citrus Country hicieron un trabajo rápido para contener el fuego y el conductor quedó con heridas leves, pero, según el periódico local, se negó a recibir tratamiento médico. Parece una decisión muy tonta, pero en EE. UU. una entrada al hospital puede costarte lo mismo que un auto, así que tiene algo de lógica.