Así como los muscle cars vivieron su época dorada en los 60, los deportivos japoneses tuvieron su momento de mayor esplendor en la década de los noventa. Simple y sencillamente, los deportivos de Honda, Mazda, Mitsubishi, Nissan y Toyota, entre otras marcas, se convirtieron en el mayor terror de firmas como Ferrari o Porsche, ya que fueron capaces de crear autos con un performance igual e incluso superior, pero a un menor costo.
Literalmente, en esta época, vimos nacer todo tipo de propuestas que iban desde elegantes grandes turismos, hasta roadster, hot hatchs; tracción delantera, trasera, integral; motores atmosféricos o turbocargados… no había límite para la imaginación de los ingenieros japoneses, que hicieron de los gigantescos alerones traseros, su carta de presentación.
Es por ello, que hoy recordaremos a aquello deportivos nipones, que hicieron palidecer a lo mejor de Europa en más de una ocasión…
Honda/Acura NSX
Conocido como el Ferrari japonés, presumía una puesta a punto que contó con la colaboración del mítico piloto brasilero Ayrton Senna. Fue lanzado en 1990 y contaba con un innovador y ligero chasis monocasco de aluminio (su peso era de 1,350 kg). El motor central V6 de 3.0 litros VTEC entregaba 274 hp. Al combinarse con una caja manual de cinco relaciones, le permitían acelerar de 0 a 100 km/h en 6.0 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 270 kilómetros por hora. En su desarrollo, el objetivo de los ingenieros de Honda fue conseguir una relación peso/potencia que superara a los Ferrari 348 y Porsche 911. Comenzamos este recuento con el pie derecho, ya que, para muchos, el NSX es el rey de los deportivos japoneses de la época.
Mazda RX-7
La tercera generación, conocida bajo el código FD, se lanzó en 1992 y cesó su producción en 2002. Este auto destaca por usar un motor rotativo Wankel twin turbo (Hitachi) de tan solo 1.3 litros que en las primeras versiones erogaba 255 hp, para en su última evolución llegar hasta los 280 caballos de fuerza. Con u peso de 1,260 Hp es considerado uno de los deportivos mejor balanceados de su época. De hecho, es uno de los protagonistas de manga/anime Initial D y de The Fast and the Furious: Tokyo e incluso, fue el primer auto de Dominic Toretto en Rápido y Furioso. Sin duda, uno de los autos más legendarios y exóticos de Japón.
Mitsubishi 3000GT
Su nombre original era GTO y tal vez, Mitsubishi lo denominó así para hacer enojar a alguien de Ferrari. En el resto del mundo, se le denominó 3000GT. Lanzado en 1990, simple y sencillamente, se trata de un automóvil adelantado a su tiempo. Se caracterizaba por sus altas prestaciones provenientes de combinar un motor 3.0 V6 con doble turbo, con un sistema de tracción total con ruedas direccionales, suspensión electrónica y aerodinámica activa. Tecnologías, más propias de un Porsche actual, que de un auto de hace 25 años. El rango de potencia entre la versión base y entre la variante más poderosa era de entre 160 Hp a 320 caballos de fuerza. Como curiosidad, tuvo un gemelo estadounidense conocido como Dodge Stealth, mismo que estuvo a punto de llegar a México y cuyo lema publicitario iba a ser: “Stealth R/T para quienes pensaban que nadie podría ganarle al Ferrari Testarossa”.
Nissan 300ZX
Miembro del afamado linaje de la familia Z de Nissan, este ejemplar nació en 1989, pero por obviedad, vivió sus mejores años en los noventa. Destacaba por la enorme dosis tecnológica con la que contaba. Las versiones base eran impulsadas por un V6 de 3.0 litros capaz de entregar 222 hp, pero la versión tope tiraba toda la casa por la ventana, ya que gracias al acoplamiento de un twin turbo el motor elevaba su potencia hasta los 300 caballos de fuerza. Potencia que era enviada a las ruedas traseras. Para mayor maniobrabilidad se incluía un sistema de dirección opcional a las cuatro ruedas. Nissan incorporaba algunas tecnologías interesantes como la suspensión multibrazo en ambos ejes, así como el sistema de dirección trasera activa Super HICAS (Super High Capacity Actively Controlled Suspension). Es uno de los pocos autos japonés de la época de oro, comercializados en México.
Toyota Supra
Aunque el Supra es un auto que data desde 1978. Es el Mk4, lanzado en 1993, el modelo más emblemático, siendo la estrella de la primera entrega de Fast and the Furious. Más allá de su atractiva carrocería tipo targa, este auto encontraba en el robusto seis cilindros en línea twin turbo 2JZ-GTE de 3.0 litros (capaz de entregar 320 Hp), su principal atractivo. Aceleraba de 0 a 100 km/h en 4.6 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 250 km/h (limitada). Para las versiones base, estaba disponible este mismo propulsor, pero sin la inclusión de un turbo solo era capaz de entregar 220 caballos. Un auto emblemático, y bastante codiciado por los coleccionistas.