A poco más de diez años que salió a la venta el primer automóvil eléctrico de producción masiva, esta clase de vehículos han visto una gran evolución.
Ya sea en términos de autonomía, tiempo de recarga y estaciones de carga, los vehículos eléctricos son superiores. Pero, además de evolucionar en estos aspectos, un factor esencial que también ha elevado la popularidad de esta de clase de autos es que su precio ha disminuido.
Si bien el costo es vital, en los autos eléctricos lo esencial es el rango de kilómetros que se pueden conducir. Mientras que, en 2010, el Leaf ofrecía menos de 160 kilómetros de autonomía, hoy en día, el mismo modelo puede registrar más de 360 kilómetros.
OK, todo esto suena de maravilla, pero ¿qué pasa con los autos eléctricos?
Y es que, como todo dispositivo que emplea baterías de ion-litio, los vehículos eléctricos ven disminuido su rendimiento con el uso, especialmente, con la cantidad de recargas.
Así pues, si un auto eléctrico de hace una década ofrecía 160 kilómetros de nuevo, en la actualidad solo podría registrar 110 kilómetros, esto en condiciones optimas de temperatura, ya que en una región con demasiado frio podría alcanzar 80 kilómetros, debido a que antes no existía el mismo nivel de tecnología para el control de temperatura.
Otra manera de ver cómo han evolucionado los autos eléctricos, es que la autonomía de un auto usado de este tipo no queda lejos de lo que del auto híbrido plug-in que más rango ofrece en modo emisiones cero.
Lo cierto es que aun usados, los autos eléctricos gozan de una serie de beneficios en ciertos países del mundo -lugares de estacionamiento, carriles exclusivos, exentos de pagos en autopistas-.
Ahora bien, si el estado físico del automóvil lo amerita, lo que se podría hacer para elevar la autonomía del auto eléctrico usado es adquirir un paquete de baterías nuevo y de mayor capacidad.
Otra alternativa en la compra de un auto eléctrico es adquirir un modelo que no supere los cinco años de antigüedad.