De nuevo, en una de las pruebas de choque del IIHS, el Jeep Wrangler de cuatro puertas se volcó, así como sucedió en la última evaluación a la que fue sometido.
Luego de que el Wrangler se volcará, en 2019, en el crash test de choque de superposición pequeña del lado del conductor, Jeep realizó una serie de modificaciones estructurales para eliminar el problema; sin embargo, en el modelo de 2022, la falla se presentó de nuevo, pues se volteó en el laboratorio del IIHS.
Al igual que el modelo probado anteriormente, el Wrangler 2022 se inclinó hacia el lado del pasajero después de golpear la barrera utilizada en la prueba de choque, lo que resultó en una calificación marginal para la protección del lado del conductor.
De acuerdo con el IIHS, el Wrangler se desempeñó bien según las métricas normales utilizadas para evaluar el desempeño en la prueba: la jaula de seguridad que rodeaba al conductor mantuvo bien su estructura, como los sistemas de sujeción controlaron eficazmente el movimiento del maniquí.
No obstante, la prueba indicó un riesgo significativo de lesiones en la pierna y el pie izquierdos del conductor y la bolsa de aire lateral combinada para la cabeza y el torso no se desplegó. Al volcarse de lado, presenta un riesgo de lesión adicional más allá de lo que pretenden medir los criterios estándar, en parte porque la prueba no incluye un maniquí sentado en el lado del pasajero.
Incluso los vuelcos parciales son peligrosos, ya que aumentan las posibilidades de que un ocupante salga total o parcialmente expulsado del vehículo. Eso es especialmente relevante para el Wrangler, que tiene un techo y puertas que se pueden quitar y carece de bolsas de aire laterales de cortina.