En el mundo del tuning existe una tendencia por dejar a los autos completamente negros, al grado que parecen irreales por el nivel de oscuridad.
Este aspecto en la carrocería es gracias a la aplicación de la pintura más negra del mundo y que lleva el nombre de musú. Particularmente, este color en particular refleja solo el 0.6 por ciento de la luz, ya que absorbe el 99.4 por ciento restante.
Evidentemente el reflejo es casi nulo, sobre todo si se compara con la pintura negra normal que tiene una tasa de reflexión de entre el 6 y 4 por ciento, lo que no da un efecto totalmente obscuro.
A grandes rasgos, la pintura más negra del mundo no emite ningún tipo de reflejo, por lo que todo tipo de trazos o detalles desaparecen a simple vista.
Para lograr este nivel de cero reflejos en la pintura negra, los creadores impusieron pigmentos capaces de lograr la absorción de la luz, con esto se logra este color negro sea de los más puros y absolutos que se puedan encontrar.
En los autos, el color negro es una opción para los talleres de tuning por lo llamativo que es al momento de aplicarlo en las carrocerías que alcanzan una profundidad infinita.
Quien desee este tipo de pintura debe considerar que el litro cuesta 180 dólares. Considerando que un auto requiere casi tres litros para pintar su carrocería, el gasto es de casi 550 dólares (10,500 pesos). A esto hay que sumar la mano de obra.