Antecedentes
Cuando pensamos en Audi y deportividad lo primero que se nos viene a la mente es el exótico R8, un producto hermano del Gallardo que ha resultado vital para el posicionamiento de la firma alemana en el olimpo del mundo automotor. Ese selecto grupo al que Ferrari o Lamborghini están habituados, pero que incluso para emblemas tan reconocidos como Mercedes, BMW o Audi resulta accesible ocasionalmente.
Si bien es cierto, nadie puede discutir la trascendencia del R8 para la marca, mucho antes de que existiera, los modelos desarrollados por la filial quattro GmbH y que podemos distinguir por las siglas RS ya ponían el nombre de Audi en boca de los entusiastas. El primer modelo con el emblema RS que en alemán significan RennSport (Racing Sport) se remonta a 1994, cuando el RS2 Avant (wagon o guayín como prefieran) aterrorizó a los mejores deportivos de su tiempo. El RS4 Avant fue el primer RS que conocimos en nuestro país y aun hoy en día es uno de los deportivos más codiciados y admirados. Así es, estas guayines familiares serían capaces de humillar a deportivos muy serios y mucho más recientes.
Cuando pensamos en el Audi más potente disponible en el mercado, sería perfectamente normal pensar en el gigantesco S8 con sus 520 corceles o el citado R8 en su variante V10 Plus que produce 550. Sin embargo ambas respuestas serían equivocadas, porque el RS7 con 560 hp es ahora el vehículo más poderoso que vende la firma. Un auto que es capaz de alcanzar el 0-100 km/h tan rápido como un deportivo exótico y al mismo tiempo llevar a la familia con total comodidad, con todo y el equipaje.
Características técnicas y mecánicas
Bajo el cofre encontramos una maravilla de la ingeniería, se trata del nuevo ocho cilindros de 4.0 litros que ya conocíamos en el S6, S7 y S8, pero llevado otro nivel. Aquí estamos hablando de 560 hp y 516 lb-pie de torque que sorpresivamente no se acopla a la ya conocida transmisión S-Tronic de doble Clutch. ¿La razón? Dicha caja no es capaz de soportar tanto torque, así que en su lugar se ha optado por la automática tradicional ZF de ocho velocidades que dicho sea de paso hace el trabajo de manera impecable.
La tracción como no podía ser de otra manera es enviada a las cuatro esquinas vía el sistema de tracción integral quattro que cuenta con un diferencial de distribución vectorial de torque.
El RS7 es lo que podríamos definir como un peso completo, es muy grande con 5,012mm y una masa de 1,920 kilos, la cajuela por su parte es bastante amplia ofreciendo 535 litros. La suspensión es adaptativa de aire y cuenta con varios programas que modifican la rigidez de marcha.
Por lo que hace a la seguridad, tenemos prácticamente todo; bolsas de aire, ABS, ESP, asistente de cambio de carril, asistente de arranque en pendientes y el sistema Audi Pre Sense Plus que es un sistema de alerta de colisiones que en caso necesario puede intervenir y aplicar los frenos para evitar un accidente.
Confort
El interior es simplemente espectacular, lo primero que resalta es el uso masivo de fibra de carbono, cuero y aluminio, creando una atmósfera suntuosa pero sin perder un gramo de deportividad.
Mención aparte merecen los asientos deportivos que además de estar forrados en cuero de extraordinaria calidad, cuentan con costuras en forma de panal que brindan un aspecto increíble, adicionalmente encontramos reglajes eléctricos en el caso de las butacas frontales con todos los reglajes imaginables. Es decir, no solo se puede controlar en altura, profundidad o inclinación de respaldo, sino que también ofrece controles para ajustar el largo de la banca y ancho de la sujeción lateral ya sea en el asiento o en el respaldo. En la parte posterior encontramos dos asientos individuales también muy cómodos y que son perfectamente capaces de acomodar a un adulto que supere la talla media sin problema, lo anterior es un punto a destacar toda vez que este tipo de carrocerías suelen castigar un poco el espacio para cabeza en las plazas traseras.
Por lo que hace al equipamiento encontramos un MMI que despliega toda la información en la pantalla retráctil de 7 pulgadas. Cuenta además con: Sistema de navegación, interfaz Bluetooth, equipo de audio firmado por Bose (opcional un Bang & Olufsen), quemacocos, volante multifunción, sistema de acceso y arranque mediante llave inteligente y aire acondicionado automático de cuatro zonas.
Manejo
Cuando utilizamos el RS7 en modo confort encontramos un vehículo de lujo en toda la extensión de la palabra; es silencioso, bien aislado, suave tanto en aceleraciones, cambios como en suspensión y en general un vehículo muy disfrutable aun en un embotellamiento digno de la peor de nuestras pesadillas. De cualquier manera, con solo oprimir el pedal de acelerador un poco (vamos a decir, cuando nos incorporamos a una vía rápida), se escucha un potente rugido del V8 y el RS7 acelera con brutal contundencia.
Sin embargo, cuando cambiamos el modo de conducción a Dynamic y que debiera llamarse mejor "Beast Mode", las cosas cambian dramáticamente. La suspensión se endurece al punto de que el RS7 se siente como una tabla, la dirección también ofrece un poco más de resistencia y al colocar la palanca de velocidades en modo sport, la transmisión efectúa los cambios hasta la zona roja del tacómetro, los hace en forma descendente cuando es necesario para mantener el régimen que exprima mejor el poder del motor y el sonido del V8 se hace más ronco y potente, de cualquier forma es menester aclarar que no cuenta con la rapidez y explosividad de una de doble clutch, pero a cambio ofrece una suavidad inalcanzable por estas últimas en condiciones de manejo urbano.
Al activar el modo de manejo Dynamic, el RS7 muestra una personalidad opuesta a la que conocimos en modo Confort, aquí es peligrosamente rápido (0 – 100 km/h en 3.9 segundos, como un Ford GT), habíamos probado muy pocos autos que se acabaran los espacios con tal voracidad, aunque una recta parezca lo suficientemente larga y despejada para conocer todo su potencial, en un instante nos encontramos al final del espacio solo para darnos cuenta que el auto tiene mucho poder de reserva todavía. En una palabra, está sobradísimo.
Al circular por caminos sinuosos, el RS7 demuestra que puede muy ágil de hecho bastante más para un vehículo tan grande y de casi dos toneladas. La tendencia natural es subvirante, aun cuando el diferencial trasero se esfuerza al máximo para evitarlo.
Aunque cuenta con sistema de desactivación de cilindros y tecnologías como el Start & Stop para mejorar la economía de combustible, el consumo es auténticamente infame y no podríamos pretender otra cosa, no por nada es una bestia de 560 caballos. Esperar un auto rendidor sería absurdo, pero bueno en algo ayudarán dichas tecnologías.
Conclusión
El Audi RS7 2015 es un vehículo extraordinario, de ensueño, que además se ubica como el más accesible del segmento. ¿Cuál es su segmento?
Se trata de un reducido grupo de coupés de cuatro puertas, todos alemanes por supuesto entre los que se encuentran el Mercedes-Benz CLS 63AMG, BMW M6 Gran Coupé y el Porsche Panamera, siendo el primero tan solo diez mil pesos más costoso, mientras que el exponente bávaro cuesta 2.35 millones. El ejemplar de Stuttgart con su modelo Turbo de 2.39 millones es inferior en prestaciones, mientras que el Turbo S sí supera al RS7 pero hay que pagar cerca de 3 millones por él.
Pero lo más importante aquí es que aun si el RS7 fuera el más costoso, seguiría siendo el mejor de todos. Se ve impresionante por dentro y por fuera, el desempeño es bestial y al mismo tiempo confortable, adicionalmente y por si fuera poco es versátil.
Podríamos definirlo como el nuevo buque insignia de la marca, ¿por qué? Conjuga comodidad y deportividad de una manera perfecta, la ejecución es brillante, podríamos decir que si el R8 y el A8 tuvieran un hijo, ese sería el RS7.